-Conectar tu obra artística o creativa a la Fuente Sagrada del Universo.
-Permitir que tu obra revele su naturaleza esencial.
-Dejar que el fondo y la forma de tu obra te encuentren a ti, en vez de tú desgastarte buscándolos a ellos.
-Escuchar la voz de tu Divinidad Interior, e identificar a partir de allí tu ideal de realización creativa.
-Dialogar con la Diosa Madre y el Dios Padre, recibiendo de ellos sus consejos, bendición y guía en la consolidación de tu obra.
-Reconocer las leyes esenciales que rigen la creación artística, e identificar cómo estás aplicando esas leyes en tu obra.
-Recordar cuál fue la idea original que dio vida a tu obra, así como la evolución que ha experimentado esa idea con el paso del tiempo.
-Alimentar el espíritu de servicio que te llama al interior de tu obra.
-Sintonizar tu obra artística con el corazón de la Tierra, el corazón del Cielo y el corazón humano.
-Recibir un diseño de luz armónico, equilibrado y divino que otorgue sentido de unidad a tu obra.
-Fluir con las fuerzas de lo desconocido, del misterio y de lo inasible, sin aferrarte a nada que limite la plena libertad del acto creativo.
-Reconocerte como canal o instrumento de la gran obra de arte que está ensoñando el Padre Principio desde el Gran Vacío y que está dando a luz la Madre Divina desde su matriz sagrada.
-Convertirte en un artista realizado, o en una artista realizada, independientemente del campo o lenguaje al cual te dediques.
-Disfrutar plenamente del arte de vivir, de crear y de ser.
-Permitir que tu obra revele su naturaleza esencial.
-Dejar que el fondo y la forma de tu obra te encuentren a ti, en vez de tú desgastarte buscándolos a ellos.
-Escuchar la voz de tu Divinidad Interior, e identificar a partir de allí tu ideal de realización creativa.
-Dialogar con la Diosa Madre y el Dios Padre, recibiendo de ellos sus consejos, bendición y guía en la consolidación de tu obra.
-Reconocer las leyes esenciales que rigen la creación artística, e identificar cómo estás aplicando esas leyes en tu obra.
-Recordar cuál fue la idea original que dio vida a tu obra, así como la evolución que ha experimentado esa idea con el paso del tiempo.
-Alimentar el espíritu de servicio que te llama al interior de tu obra.
-Sintonizar tu obra artística con el corazón de la Tierra, el corazón del Cielo y el corazón humano.
-Recibir un diseño de luz armónico, equilibrado y divino que otorgue sentido de unidad a tu obra.
-Fluir con las fuerzas de lo desconocido, del misterio y de lo inasible, sin aferrarte a nada que limite la plena libertad del acto creativo.
-Reconocerte como canal o instrumento de la gran obra de arte que está ensoñando el Padre Principio desde el Gran Vacío y que está dando a luz la Madre Divina desde su matriz sagrada.
-Convertirte en un artista realizado, o en una artista realizada, independientemente del campo o lenguaje al cual te dediques.
-Disfrutar plenamente del arte de vivir, de crear y de ser.
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